Los textos que esta a punto de leer contienen un alto porcentaje de ficción creada por mente del escritor, no sea tonto y aprenda a discernir.

lunes, enero 10

LA APUESTA (PARTE 4 - FINAL)

Antes de leer esta entrada, deberías haber leído las partes anteriores.


Renato entra agitado a la sala de espera del hospital y ve a Sandra hablando con el Doctor que se despide con rostro de "mi más sentido pésame" y entra a una habitación. Renato se apresura y se acerca.

- Vine cuanto antes, Sandrita. - Dice Renato mientras Sandra se abalanza contra él y lo abraza entre llantos y lágrimas. "De aquí me voy directo a cobrar mi dinero" piensa sonriente a espaldas de Sandra.
- Gracias por estar aquí, ahora es cuando más te necesito.
- Tranquila, estoy aquí contigo. Pobre Antonio, ¿Cómo pudo ocurrir esto? - Las lágrimas de cocodrilo caen por sus mejillas y su voz se quiebra de forma muy verídica.
- El café, los análisis dicen que fue envenenamiento por exceso de antioxidantes del café que tomaba. Nos contactamos con la empresa y se sorprendieron, pues es un hecho que ocurre uno en un millón de envases, granos de café con exceso de enzimas, y… ¡Dios mío! … ¿Por qué Antonio?

"Porque así lo quise yo" piensa Renato, extasiado pensando en el monto enorme de la indemnización que recibiría de una empresa multinacional como la que produce ese café. Fue muy inteligente denominarse en el testamento como "Único heredero de todos los bienes" de Antonio, teniendo en cuenta que en ese momento el único bien de su inerte amigo era solo el premio del concurso.
Ahora que Antonio ha muerto cobraría la mísera suma de cinco mil soles, más la inmensa e incalculable cantidad otorgada por la indemnización. Esta, fue la mejor apuesta de su vida, y Antonio definitivamente fue el mejor amigo del mundo.

- Vamos a tomar algo de aire, es mejor salir de aquí. - Sugiere Renato.
- ¡No!, no me moveré hasta que Antonio despierte.
- ¿Despierte?
- Hasta que despierte de su coma cerebral, así sean cien años, yo me quedare con él.

"¿Coma…? ¿Cerebral…? ¿Esta… vivo?"

*************

"¿Estoy vivo?, ¿Dónde estoy?, no logro ver nada, es tan oscuro que no logro ni verme a mí mismo, sospecho que he muerto, recuerdo… no recuerdo ni mierda, pero duele, ¿Cómo me puede doler si no tengo cuerpo?, duele de todas formas, es triste, ¿Dónde está Sandra?, la extraño de forma muy intensa y a la vez melancólica, que joda no haberme podido despedir de ella, claro, en el caso que este muerto, pero… es obvio que morí y esto debe ser el purgatorio, ¿viviré en este estado cientos de años?, ¿miles?, ¿luego iré al paraíso o al infierno? ¿habrá acaso algo más?, quizás no esté muerto, solo dormido, un mal sueño, una pesadilla, pero es que no recuerdo nada, o casi nada, recuerdo a Renato, el maldito casi me mata, aunque pensándolo bien, probablemente lo hizo, Renato hijo de puta, siempre me sorprendes, pero… no tengo odio, rencor o ira, te extraño a ti también, quiero verte y fumarme un porro contigo, reírnos de las mismas estupideces que nos han entretenido todos estos años, ¿Qué paso?, ¿Qué fue tan mal?, ¡mi estupidez!, ¡definitivamente!, ahora recuerdo más, siempre con huevadas en mi cabeza, la vida no es un juego que se decide al azar, la vida es… ¿Qué es la vida?, ¿esto es la vida?, ¿Dónde estoy?, hace frio incluso sin tener cuerpo, hace frio y aquí… se siente muy solo."

*************

- Quiero verlo. 
- Es nuevamente la hora de visita. Podemos entrar solo de uno en uno, el doctor dijo eso. - Responde Sandra a la afligida petición de Renato.
- ¿Está bien que yo entre primero?
- Entra tú, Antonio también te necesita, yo te espero aquí.

La puerta de la habitación se cierra y Renato observa esa habitación tan pulcra, silenciosa y gélida al mismo tiempo, la decoración es bastante modesta, un crucifijo, un reloj y persianas en las ventanas por donde entra un ligero haz de luz externo que contrasta con el cálido tungsteno de la lámpara de la mesa de noche metálica, el silencio se ve interrumpido por el repetitivo pitido de las pulsaciones cardiacas de Antonio, la muestra fehaciente de su derrota temporal en el reciente intento de asesinato, quizás… sea hora de corregir el error y acabar con esto.
Renato se sienta al lado del tipo entubado y dormido, mientras palabras fluyen de sus labios como un réquiem de despedida.

"Hola amigo, ¿Cómo estás?, bastante jodido al parecer, siii, ya se, estas aquí por mi culpa, pero hey, mas por tu culpa, no jodas, yo solo quiero la plata, tengo necesidades, entiende, aquí las cosas no son personales, vamos a hacer esto con calma, cogeré este cable, lo desconecto solo un par de segundos, y lo vuelvo a conectar, tranquilo, escucharas solo un constante y débil pitido, entonces podrás dejarte de huevadas de súper hombre y descansar, aquí ya jodiste bastante, bueno… yo también, pero quizás y no falte mucho para que te acompañe, ¿nos veremos allí?, guárdame un sitio, hermano, que yo guardare tu recuerdo, el recuerdo del tipo más loco del mundo, tremendo loco de mierda, vaya apuesta que te mandaste, para mí fue un juego muy divertido."

Renato coge el cable, mira el rostro calmado de Antonio, y se detiene. Algo se enciende dentro suyo.

"Juguemos de nuevo"
"No quiero tener remordimientos y me parece lo más justo teniendo en cuenta que sobreviviste un día entero. Trataremos de repetir las reglas, a partir de mañana, tengo nuevas 24 horas para terminar tu vida, sonara gracioso, pero tu… tienes 24 horas para evitarlo."

*************

El camino de vuelta a casa de Renato transcurrió de forma calmada, una ligera garua envolvía la ciudad, las luces intensas de los autos, tenues en los postes, las sombras y reflejos, los contrastes, la vida misma, gente yendo y viniendo, algunos preocupados de las banalidades que los atormentan, algunos pocos, acompañados, pero casi siempre solos, gente en movimiento, preocupada y solitaria, como la vida misma.
A pesar de todo, Renato sentía cierta paz, quizás por una sensación de justicia otorgada, necesitaba horas para mentalizarse nuevamente y acabar lo que ahora era una obligación y una promesa, una deuda de amistad, honor y lealtad.

*************

A unos metros de allí espera Galleta, el dealer o proveedor de Renato quien ha tenido un día complicado, algunos de sus perros, o como él llama a los inmaduros núbiles que trabajan para él vendiendo droga que distribuye, le han fallado, un par de ellos se dejaron atrapar por una redada policial, estos perros bastardos saben que si hablan o siquiera lo nombran están muertos, pero también sabe que son unos niños cabrones que no los tienen bien puestos y que bajo una ligeramente seria presión policial en el interrogatorio o promesas insulsas en pro de mantener sus antecedentes limpios durante unos años más podrían acceder a delatarlo, y al mismo tiempo, a su propia defunción.
Es necesario que escape un tiempo cuanto antes de la ciudad, al menos hasta que pase todo el chongo, pero necesita dinero y Renato tiene una deuda que pagar, se le cumplió el plazo, y ahora que lo ve claramente llegando a pie, sabe que es tiempo de cobrar.

*************

Se estaciona un auto muy lujoso en la puerta del hospital más caro de la ciudad, y baja Sandra quien luego de dos años sigue manteniendo una belleza natural y elegante, un carisma encantador y una promesa realizada, los trabajadores del hospital la ven llegar y la saludan  con entusiasmo, ella conoce el camino y se dirige a la habitación donde la espera Antonio, aun en cama, aun dormido, eternamente dormido. Ella se sienta al lado de su cama y sujeta firmemente la mano de su novio, al igual que el día anterior, el anterior a ese y todos desde que Antonio cayó en ese estado.

"Hola bebe, ¿cómo estás?, hoy te veo bastante bien, creo que una afeitada te caería regio, siempre tienes que lucir hermoso como solo tú, para que cuando te decidas despertar, puedas besarme y abrazarme y mimarme mucho mucho mucho, ¡me lo debes, Antonio!, pero tomate tu tiempo, recupérate, y ven aquí conmigo cuando estés listo, no sabes cuánto te necesito, amor, es increíble todo lo que ha pasado estos últimos años, tu accidente; la indemnización de la empresa, es cierto que con esa fortuna nos aseguraron la vida, pero al mismo tiempo te jodieron la tuya, idiotas, disculpa, disculpa, es que me mata recordar todo; por último, aun no puedo creer lo del pobre Renato, justo el día que tuviste el accidente lo asesinaron, como ya te dije, seguramente querían robar su casa y el trato de impedirlo, pobrecito, tenía sus cosas, pero siempre fue un buen chico, además era tan gracioso, nunca dejaba de hacernos reír, sabes cuánto lo quería y yo sé que para ti era como un hermano, sin ti aquí conmigo y con Renatito allá arriba me siento muy sola, daría todo lo que tenemos ahora para que todo vuelva a ser como antes, juntos los tres, felices y unidos", Sandra solloza en silencio, besa la mano de Antonio y se seca las lágrimas. "Me voy a casa, regreso mañana, te amo." Sandra sale de la habitación y cierra la puerta, la luz automáticamente se apaga y ese pequeño universo queda en penumbra y mutismo total.

De la oscuridad de su mundo mental a la oscuridad de este que nos rodea, en ese mismo momento, Antonio despertó.

-FIN-

8 comentarios:

Anónimo dijo...

uuuuuuuuuuuuuuuuuy superrrrrrrrrrrrr , excelenteeeeeeeeeeeeeeeeeee!!!!!!!!

Anónimo dijo...

5.5

Jose Fernando "el Infame" dijo...

Me gusto la trama y el argumento, pero a ese tipo de historias me parece que podrias envolver mas al lector al contarla. Saludos!

Unknown dijo...

me encanto buenisima historiaaaaaa

Daniel Arce dijo...

Muchas gracias por los pocos pero valiosísimos comentarios, en realidad me alegran y me motivan a mejorar.

Danny dijo...

muy bien daniel, sere una de las pirmeras en comprar el 1er libro q publiques, tu adorado lapicero, se lo di a dani para q te lo devuelva XD

Guillermo Nuñez De La Torre dijo...

Me gusto, perdi motivacion, crei ke te habia derrotado x compelto kon mi cuento, pero ahora tengo nervios de no superart jajaja ya veremos que se viene shikamaru san jajajja te vencere

Anónimo dijo...

daniellll!!! k increiblee todaa la historia y cada una de sus partes encerio valio la pena leer todoooo!! grandeee broderr ;)!!
Manuel M.