Los textos que esta a punto de leer contienen un alto porcentaje de ficción creada por mente del escritor, no sea tonto y aprenda a discernir.

jueves, enero 6

LA APUESTA (PARTE 3)

*Si no lees las dos partes anteriores, quizás no entiendas nada, si te da pereza hacerlo, averguénzate, flojo.


Antonio, pasmado e inmóvil trató de percibir donde había impactado la bala, pero no sentía dolor alguno, cayó al suelo de rodillas, no por dolor sino que el temblor en sus piernas lo hicieron colapsar, no podía moverse y respirar le resultaba algo dificultoso, "estoy vivo", pensaba, levanto la vista y vio a su amigo que se acercaba lentamente, sus pasos parecían una marcha religiosamente metódica.


- Te perdono la vida. - La sentencia de Renato era increíble a oídos de Antonio.
- ¿Qu… qué? - Tartamudeó desde el suelo.
- Se acabó, no te mataré. No voy a matarte. Idiota, eres mi mejor amigo, este juego fue demasiado demente incluso para nosotros, pero no estoy tan desquiciado como para acabar con tu vida.
- ¿Y... y la... apuesta?
- Nunca la tomé en serio. Ok, discúlpame si mi actuación fue tan convincente, pero solo quería joderte un rato. Venga, vamos a la casa.
- ¿Estás hablando en serio?
- Es joda, te mataré ahora mismo. - Renato comenzó a reírse. - No, claro que hablo en serio, vamos, Toño, eres mi mejor amigo.
- Mejor cada uno a su casa. Necesito dormir un poco. 
- ¿Me pasé de la raya?
- Se podría decir. - Concluye Antonio mientras la mano de su amigo lo ayuda a levantarse.

*************

La alarma de la habitación suena, 8:00 am, Antonio siempre fue bastante reacio a levantarse tan temprano, pero los días de trabajo como este tenía que hacerlo, incluso yendo en contra de su naturaleza somnolienta. 
Entra en la ducha pues van como dos días sin bañarse y los olores comienzan a sentirse, abre el agua caliente que cae en su cabeza, luego en el cuello y posteriormente en sus hombros, siente una extraña paz, teniendo en cuenta que hace tan sólo unas horas estuvo a punto de morir a manos de su mejor amigo. Renato siempre había sido un loco excéntrico, pero esta vez se había pasado de pistola, "pistola", se ríe de la redundancia. Quizás debería conseguir nuevos amigos, alejarse un tiempo del loco de Renato y buscar gente que no hagan caso a sus también exageradas propuestas.
Cierra el grifo y sale desnudo mojando el piso.

*************

Como si fuera un dejavú de la mañana anterior, Antonio se encuentra con Sandra en la mesa tomando sus jugos de frutas y cereales bajos en grasa, la sensación de regresar a la realidad lo tranquiliza y emociona, sobre todo teniendo en cuenta que el día anterior la imaginaba muerta.
- Sandrita, ayer te olvidaste tu celular en casa. - Dice Antonio mientras le devuelve el celular que Renato había usado hábilmente de carnada. Lo más inteligente era revelar ninguna verdad incómoda y pretender ignorancia.
- Lo encontraste mi amor, muchas gracias, eres un rey. Creí que se me había perdido.

Antonio se sirve una taza de café instantáneo y lo toma sin azúcar, es bueno regresar al estatus quo.

- Amor, gracias por comprar más café. - El café sabe amargo, pero agradable y energizante.
- Yo no compre café.

Antonio no tiene tiempo de pensar en lo sucedido, pues el dolor intenso en su cabeza es casi como un martillazo que lo noquea instantáneamente, una explosión tan grande que siente que sus ojos van a salir disparados. Cae al suelo casi sin conocimiento, el golpe en su cabeza, la taza rompiéndose y las piezas clavándole el cuerpo, liquido caliente por toda la cocina, no hay dolor ya, escucha gritos difusos y Sandra acercándose al mismo tiempo que el mundo se desvanece, "Renato hijo de puta".

*************

El café descafeinado fue inventado a inicios del siglo XX, el químico japonés Satori Kato presento el proyecto para un concurso de ciencias el cual perdió, pues no fue hasta la segunda guerra mundial que el uso de café instantáneo resulto un factor de vital importancia en el equipaje de los soldados americanos quienes necesitaban mantenerse despiertos y atentos a cualquier sorpresa y emboscada.

Luego de este hecho, el café instantáneo se alzó en una popularidad extrema en oficinas y contextos laborales, al mismo tiempo que los detractores también aparecían, catalogando al café como un veneno debido a los antioxidantes que este contiene, al igual que muchos productos alimenticios de origen químico como los dulces y bebidas gaseosas.

En realidad los antioxidantes no matan, al menos no en las cantidades que vienen en los envases distribuidos para la venta, en realidad, los efectos de esas pequeñas dosis son benéficos para la salud pues retardan el envejecimiento entre otras virtudes, se dice que tendrías que tomar unas cien tazas de café para que se sature el cerebro de tanta energía.
Esto es exactamente lo que Antonio sintió, antes de que sufra el colapso nervioso que lo dejó tendido en el suelo, una efervescente energía tan poderosa que erupcionaba en su cuerpo y trataba de salir por cada uno de sus poros al mismo tiempo que sus neuronas se incendiaban en el más puro infierno químico.

Existen plantas y animales que poseen complejos sistemas de múltiples antioxidantes por medio de enzimas como la catalasa, superóxido, dimutasa y varias peroxidasas, cuyos niveles de oxidantes en seres humanos causarían estrés oxidativo, el cual puede dañar o matar las células. 
¿Qué células?
El café tiene una función directa como estimulador cerebral, por lo tanto, "Adiós células cerebrales."

*************

Hace tan sólo un par de días Renato llegó a su casa a altas horas de la noche lo cual no representa un problema para alguien que vive solo, al menos por ahora, pues con el despido en la oficina y sin ahorros en el banco debido a gastos cuantiosos en drogas, probablemente le quedaban pocos días viviendo en su cómodo chalet.
Pero había una opción.
Antonio, su único y mejor amigo, le había propuesto una especie de apuesta, la apuesta más bizarra y excéntrica de la que había escuchado jamás, tenía que asesinarlo al día siguiente, si lo lograba, ganaría alrededor de cinco mil soles que Antonio ganó en un concurso literario, si perdía, … si perdía en realidad, no pasaba nada.

Decidió jugar el juego, pero había algunas reglas que el mismo Renato se trazó:
1. No podía ser descubierto ni atrapado por la policía.
2. Sandra debía quedar fuera de todo esto, ella los conocía a ambos y mucho, eso era peligroso.
3. Era preferible no asesinarlo con sus propias manos, pues aunque para Renato el sentimentalismo nunca fue un punto débil, luego de los últimos años le había adquirido cierto cariño a Antonio, por lo que el asesinato debía realizarse de forma indirecta.
Respecto a este tercer punto surgieron dudas sobre si contratar a un asesino o no, y concluyó que lo más seguro era hacerlo el mismo, los riesgos aumentan cuando confías en más gente, no solo en el cumplimiento de la misión, sino también por posibles traiciones.
El conocer tan de cerca a Antonio, su personalidad, sus gustos e intereses le favoreció al elegir el método más eficaz y limpio de asesinato.
Luego de un rato de pensar en la oscuridad de su habitación, Renato cogió el teléfono, extrajo un papel de su billetera y marcó un número, luego esperó. 

- ¿Aló? - Contesto una voz ronca, áspera y casi dolorosa pero calmada al otro lado de la línea.
- Hey, Galleta, necesito un delivery.
- Tú dirás, que se te ofrece Renatín. - Respondió galleta con tono amical.
- Necesito, que me traigas unos diez gramos de enzimas, de las más fuertes y ricas que tengas. Hazme un mix.
- ¿Diez gramos? ¿Estas huevón?, que pretendes hacer, ¿una orgia?
- Algo así galletita.
- Son mil quinientos mi loco. ¿Tienes?
- Que sea un préstamo, dame un par de días y te pago dos mil.
- ¿Dos mil? Muy bien, ¿Si no cumples, sabes que pasa, no, Renatín?
- Si, me partes el culo.
- Te parto el culito, hermano.

Una hora después, Renato tenía las enzimas en sus manos, unos polvos oscuros que podían consumirse aspirándose o fumándose. Se podían incluso digerir vía oral, pero esto era poco común, debido a ciertos efectos estomacales consecuentes, Antonio quizás podría experimentarlos más tarde, quizás, probablemente no. Era muy importante consumirlo en dosis muy pequeñas de 1 gramo o menos al aspirarlo o mezclado con tabaco o marihuana en caso de fumártelos, nunca con energizantes como colas, café, red bull u otros, pues en esos casos resulta mortal.

Comprar la lata de café, llevarla a la casa de Antonio, esperar por Sandra, robar su celular, ingresar en la cocina, colocar el envase en la despensa, subir a la habitación de su amigo a hacerse el idiota un rato, mover todas las fichas del tablero, fue lo fácil, esperar, eso era lo jodido, ahora que no quedaba nada más en sus manos, una eternidad de segundos corriendo uno tras otro se hacía infinito, faltaba tan poco.



*No termina aún, la cuarta y última parte en menos de una semana.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

debo decir que eres briillante y que quiero leer ya la otra parte, genial las explicaciones, la narracion es como olita de mar te va llevando y sumergiendo! excelenteeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!!!!!!! tu faaan anonima pero maaaal! jaja

Unknown dijo...

jajaja la cagada payasin debo admitir q me has tenido angustiado para saber el puto final... captaste mi atencion y eso q no eres mujer, no estas en tanga ni tienes forma de botella o sudas alcohol... felicitaciones... un besito...- krlangas

Guillermo Nuñez De La Torre dijo...

esta chvre ese renato me cae bien, i me sorprendio tu conocimiento sobre el cafe, el precio de las drogas y la idea de komo matar a antonio bien loco pa ke sigue asi
guille alias sendospike

Anónimo dijo...

BIZARRO, PRIMITIVO, INFAME....

Daniel Arce dijo...

eso último... fue un halago?
i hope so...

Anónimo dijo...

AMIGO....¡¡¡¡¡¡¡¡ me parecio genial esta muy chvere tu historia sigue escribiendo que como ya te lo dije tienes mucho talento.... ojala algun dia puedas leer lo que yo escribi hace time y que pienso retomar....suerte