
Me acerqué lentamente, un sigilo que solo algunos se pueden permitir, ella se encontraba arrodillada, llorando por aquel idiota que perdió y no regresará mas, "porqué, porqué te fuiste" balbuceaba acongojada, llegue a su lado, "la muerte no es tan mala, dicen que puede ser incluso divertida" le susurré al oído al mismo tiempo en que ella volteaba a mirarme sorprendida de mi identidad al fin revelada pero muy tarde para alguna reacción, pues la cuchilla ya ingresaba suavemente por su garganta; soltó un grito enmudecido, y dejo de respirar, la deje en la losa fría y dura, y marche de regreso. “También dicen que la muerte puede ser una verdadera mierda”, pensé, luego sonreí un poco.