Los textos que esta a punto de leer contienen un alto porcentaje de ficción creada por mente del escritor, no sea tonto y aprenda a discernir.

viernes, octubre 10

Feliz cumpleaños (no importa)




Un día te encuentras mirando naked wild on en el cable mientras te preguntas porque el mundo anda tan loco, porque la gente ha perdido la decencia y cuanto costara un boleto de avión directo a mardigrass… estas solo, rodeado (o mejor dicho cubierto) de envolturas de papitas lays, doritos, boliquesos y todo tipo de entremeses que luego te cobraran factura mas cara que la correspondiente a la mensualidad del gym; te encuentras probablemente en buzo o en pijama ya que no has salido de casa todo el día, y sobretodo andas muy pero muy sucio, mas que nada diría apestoso, al extremo de que tu sentido del olfato ha decidido autodestruirse por una especie de beneficio personal o autoestima propio.

Cansado tu organismo de tanta vaganza te avisa que ya es hora de dormir, y cuando ves el reloj te das con la grata sorpresa de que son las doce de la noche…
Feliz cumpleaños…pequeño solitario.

Pero no importa…

No importa si a la mañana siguiente a nadie de tu familia se le ocurre despertarte temprano cantantote las mañanitas en una o mas de una de su gran catalogo de versiones para luego rellenarte de regalos, besos y mensajes conmemorativos, si de todas formas querías dormir hasta las once de la mañana, así es mejor, puedes estar tranquilo mientras todos respetan tu delicado sueño, al contrario te sentirás agradecido con ellos pues saben lo que quieres y piensan siempre en ti, al menos supones que esa debe ser la razón y aunque no la sea, no importa.

No importa si al rato, cuando bajas a la cocina no encuentras tu desayuno listo, tus preciados trozos de tocino con tortilla de huevo frito y un fresco y delicioso jugo de naranja, ya que has llegado muy tarde a “la hora del desayuno” que suele preparar tu abuela solo hasta las diez de la mañana, hoy solo te da un débil pero calido abrazo de cumpleaños acompañado de un sabio mensaje tipo “ya deberías ir buscando un trabajo, enano manganzón”; entonces resignado pero no vencido coges la caja de los crujientes (probablemente caducados) corn flanes y una jarra donde vierten la leche natural que tanto odias, pero que tomaras pues la gloria se acabo, y si, estas en lo cierto, pues todo tipo de glorificación se acaba al acercarte a la olla en la estufa sintiendo un olor fuerte y desagradable… que sospechas que es… a ver… un poco mas cerca… si, te jodiste… es el hígado frito de pescado que tanto odias; no importa pues de todas formas no tenias tanta hambre.

Tampoco importa realmente si ya no aparecen tantos familiares como cuando eras niño y no parabas de abrir regalos que no pasaban el record de una hora de juego antes de romperse una llanta, un bracito o tu romper una ventana con ellos, pequeño futuro futbolista; tu ya te imaginas la causa de la falta de invitados, y también que aquella tía aun no esta lista para disculparte la parte de “vieja loca entrometida” incluida en tu argumento discutido durante la cena del domingo pasado, pero no importan los regalos, y no importa que solo lleguen un par de tíos con sus respectivas crías del mal, unos monstruos del demonio que ni bien llegan se escabullen hacia tu habitación para coger, oler, morder y lamer todas tus posesiones solo antes de lograr romperlas y poder llegar a tiempo de que se parta la torta junto con la gelatina o el flan de chocolate que querías de vainilla.
Al menos tu par de tíos te regalaran algo de dinero que no bastara ni siquiera para reparar los daños causados dentro de tu refugio, pero no importa, al menos ya se van en un rato y volverás a estar tranquilo.

Aunque cueste creerlo, no importa nada cuando ya al anochecer te das cuenta que tu teléfono celular se mantuvo intacto todo el día, cero llamadas, cero mensajes de texto, no te duele, no te molesta, probablemente lo olvidaron y logras comprenderlos ya que tu también olvidas fechas importantes para otras personas, pero tu no te haces problemas, pues para ti no es importante, es un día mas, una fecha comercial sin ninguna trascendencia real, no llamaron ni tu mejor amigo ni la chica que dice que te quiere, ¿y que?, no hay problema, no importa, no importa nadie, eres fuerte como una roca, casi como la muralla china, pero tu no caerás… jamás.
De repente suena tu celular y dudas…
- ¿alo? -dices mostrando una emoción reprimida.
- ¡Hola que tal pues Jorgito! -grita una voz emocionada y festiva.
- ehmmm… disculpe… se debe de haber equivocado… -te relajas, todo había sido un error.
- ¿Qué?, ¿no eres Jorgito? - Cuestiona el gilipollas.
- No, yo me llamo… - Y de repente ya colgaron el teléfono.
- Tu tu tu… tu tu tu… - De todas formas no importa.

Ya es de noche y definitivamente no importa estar solo, mantenerte estático y sobrio no es una molestia, pues a ti no te gusta salir, odias las discotecas, el bullicio y bailar te genera un sentimiento repulsivo al borde del vomito, pero estas tranquilo, en la azotea de tu casa con tu cigarrillo fiel, el único amigo que necesitas y el único que puede tranquilizarte en los momentos críticos, has comprado un six pack de cervezas de la mejor marca a pesar de que a ti no te gusta tomar, pero esta noche lo encuentras interesante, una especie de experimento de ciencias, tomar solo no debe ser tan malo, de todas formas te las podrás tomar sin compartirlas con nadie, pues eres un viejo tacaño y egoísta… ahí va glu glu glu, esta rica, glu glu glu, se atora en tu garganta aquel sabor tan amargo, glu glu glu, no, en verdad no la soportas, probablemente se las tome tu perro, que hoy no ladra, ni se acerca a molestar, talvez es que te han diagnosticado una enfermedad gravísima y contagiosa originada en algún país oriental y por eso nadie se te aproxima mas de un metro, pero si es así no importa, pues no los necesitas, nunca has esperado nada de nadie y sabes también que nadie espera nada de ti.

Ya es hora de dormir, el día transcurrió bastante lento pero ya llego a su fin sin muchas complicaciones, echado en tu cama, sientes como tus ojos se cierran, tu conciencia se apaga y lo ultimo que piensas es que no importa haber pasado solo este día… no es la gran cosa… pero… no te… hubiera… importado tampoco… algo de… compañía… zzz… zzz…

-Daniel Arce Paredes, el amigo olvida-cumpleaños-


miércoles, octubre 1

La mejor promo de todas... supongo


16 de diciembre del 2004, 02:54 am

Es lo ultimo de la fiesta, todos sonríen, emocionados, eufóricos, algunos ebrios como yo, las chicas o al menos casi todas ya se han ido, incluso la mía (no miento al decir la mas linda de la fiesta de promoción), ya bailamos, ya reímos, ya tomamos, pero seguimos en eso, quedamos un buen grupo, mi grupo o al menos al que siento pertenecer, aquí están todos los que quiero, mi mejor amigo, bromeando, jodiendo y riendo como siempre, los pendejos, los idiotas, los locos, los poetas, los serios, todos…incluido yo.
El pisco esta a punto de acabarse, y uno de ellos (les soy sincero al decirles que mi mente mareada y confundida ya no recuerda quien fue) coge el vaso en son de brindis y se levanta mientras todos lo miramos expectantes.

- ¡Por la mejor promo del todo el San Pancho Carajo!, ¡porque somos los mejores patas!, ¡la mejor mancha de todas!, y porque nadie nos puede separar nunca, ¡ni cagando! ¡Salud!.

Todos se emocionan, algunos dan palmas mientras gritan el respectivo ¡Salud! acompañado de algunas palabras que por su alto contenido agresivo no escribiré. Yo también grito, acompaño el alboroto, sonrío, y pienso: ¡La mejor promo, los mejores patas, muy bien dicho… amigos!

28 de septiembre del 2008, 4:13 pm

Aquí estoy de nuevo, se ve mas moderno, mas grande, pero mantiene su esencia, hace un par de días recibí una invitación por correo electrónico y decidí venir; es la fiesta familiar del Colegio San Francisco.
No me cuesta mucho divisarlos, ahí están, mis amigos, mi promo… al pasar el rato siento algo extraño, el sentimiento me aleja, no es lo mismo... ya no.

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Han pasado cuatro años, no los he visto mucho desde entonces, un día mi mejor amigo se fue de la ciudad, perdí contacto con el, con todos, conseguí novia, encontré nuevos amigos (o podría decir que me encontraron a mi), me he hecho mas maduro, mas alto, mas guapo (me gusta pensar eso), mas culto y menos, mucho menos tolerante.
Por su parte, siento que ellos son los mismos, hablan de los mismos temas, ríen de las mismas cosas, siguen hundidos en los mismos vicios (algunos de los cuales yo caí por mi propia cuenta); puedo decir que están mas gordos y viejos, unos con hijos (nunca se enteraron que existen los condones), otros mas ebrios, algunos desaparecidos (se me pasa por la cabeza que son los únicos que sienten como yo).
No pienso mal de ellos, así como espero que no lo piensen de mi, pues probablemente podrían decirme con todo derecho: “Daniel, que carajo te pasa, estas hecho un atorrante, que te crees ahora”, pienso que todo simplemente cambia, no se si solo yo, quizás ellos, talvez todos, pero no es lo mismo, estoy distante, me estoy aburriendo, miro el reloj para ver cuando comienzo el plan de fuga, llega el vaso de cerveza a mi y decido despedirme luego del primer ultimo vaso, de todas formas me iba con un sabor amargo en la boca.

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28 de septiembre del 2008, 9:36 pm

No se cuantas horas han pasado, sigo aun con ellos, me río, converso, recuerdo los viejos momentos, me siento tan a gusto que decido secar la última chela... de repente me levanto y conmigo el vaso, todos me miran expectantes, preparo mi garganta:

- ¡Por la mejor promo del todo el San Pancho Carajo!, ¡porque somos los mejores patas!, ¡la mejor mancha de todas!, y porque nadie nos puede separar nunca, ¡ni cagando! ¡Salud!. - Eso lo he escuchado en alguna parte, no importa.

Todos aplauden, ríen, y hay bulla, mucha bulla, me siento bien, estos tipos de aquí, los pendejos, los idiotas, los locos, los poetas, los serios, todos…son mis amigos… no los mas inteligentes, maduros o interesantes, pero son mis amigos, lo serán siempre… con una chela de por medio.
¡Salud!

-Daniel Arce Paredes, de vuelta al cole.-

viernes, septiembre 19

UNA MANCHA MÁS EN MI CAMA



Son las seis de la tarde, nada que hacer, hojeo las paginas de una revista sentado en la azotea de mi casa, mi novia se ha ido a una especie de congreso religioso para jóvenes, mis amigos perdidos por ahí, uno enamorado, el otro probablemente inmerso en algún juego de Internet (los dos grandes hobbies de un hombre), en serio nada que hacer, hace frió y tengo algo de sueño, suena mi celular, es un numero desconocido…

- Alo, ¿Daniel?
- Si, alo… - No reconozco su voz, suena como a una chica de mi edad.
- ¿No sabes quien soy, no?, te pasas niño.
- Ehhmm, - intento adivinar, no puedo - lo siento, no recuerdo, ¿nos conocemos?
- Si tonto, soy Carla Chávez. - Ya recordé, se me hacia conocida, es una chica de la pre con la que tuve una especie de relación-romance hace un par de años.
- Ahhh, hola ¿que tal?, ¿Cómo estas? - Es un poco tonto que ella me llame pero yo soy el que hace las preguntas de cortesía, se me hacen tan incomodas, no me interesa saber como esta, si no mal recuerdo la ultima vez que la vi fue al día siguiente luego de haberme terminado (léase “roto el corazón en miles de pedazos, mejor, millones de partículas”), y si sigo en lo correcto, recuerdo que la encontré besándose con un compañero del salón y antiguo “amigo” de ella (léase “el pendejo que siempre le tuvo ganas”).
- Yo estoy bien y tu….

Bueno, discúlpenme pero me saltare esta parte tan aburrida donde nos preguntamos miles de estupideces solo por protocolo, ahí va el que te cuentas, que andas haciendo, y recordando algunos amigos perdidos de esas épocas que ya ni recuerdo ni me interesa hacerlo. Mejor vamos a la parte donde le digo “¿para que carajo llamas, no sabes que me estaba yendo a dormir?

- ¿Y a que se debe tu llamada? - Lo jodido de las mujeres es que no puedes putearlas como quisieras.
- ¿Estas ocupado? - Una pregunta respondida con otra pregunta, que joda, digno de Carla.
- No, estoy aquí leyendo algo, ¿por? - No soy un tonto, se que pretende algo y es que soy mas curioso que un gato al que le queda solo una vida, pobre de mi.
- ¿No puedes venir a mi casa? - Eso fue directo, me sorprende, y me lleva a pensar miles de cosas en un solo segundo, pero solo una idea rebota en mi mente: “Carla quiere agarrar conmigo”.

Queridos lectores, ustedes (sobretodo la mujeres) deben estar diciendo “que malpensado que eres Daniel”, “un pequeño demonio”, “un pervertido oculto en la sombra de un escritor” (y quizás no se equivoquen), pero… no nos hagamos los tontos, para que invita una chica a un chico a su casa, tengamos en cuenta que no nos vemos hace miles de años, por lo tanto dudo que sea una fiesta familiar, que quiera tomar el te conmigo o ver la ultima temporada de “the oc”…ustedes lo saben y yo lo se, no la juzgo, no pienso que sea una cualquiera (como también otros deben estar pensando), siempre me pareció digno de valor que una chica tenga la iniciativa, no le he dicho aun que tengo novia asi que mi actitud no va mas allá de una gran sorpresa. Repito… “Carla quiere agarrar conmigo”… mejor continuo con la historia, ella me dijo para ir a su casa…

- Mmm no se… ¿para? - Me pongo nervioso, seria muy estúpido si acepto ir pero tengo curiosidad y quiero escuchar de su boca sus tan sospechadas intenciones.
- Es que estoy aburrida, sola en mi casa y pensaba que podías venir y ver una peli, “ponernos al día”. - O sea… discúlpenme pero ¿pretende decirme que me llama por que esta aburrida y quiere que yo le diga “encantado, seré el idiota que te quite el aburrimiento”?, ándate a la…, si no fuera por que a veces el morbo es mas fuerte en mi que mis principios ya le hubiera dicho que se compre un consolador y me deje tranquilo (aunque eso también es bastante morboso, disculpen). Ella quiere que descifre el código, esta hablando entre líneas, yo lo entiendo y sinceramente me agrada la idea de un encuentro furtivo con ella, pero no puedo, no es correcto, quiero pero no debo (el dilema de toda la vida). Luego de algunos segundos de lucha entre mi diablillo contra el angelito en mi cabeza decido hablar, tengo que ser sutil.
- Si, me encantaría ir, pero… - siempre hay un pero en estas situaciones - …pero mi novia luego me pega, jajaja - me siento tan bobo - lo vería mal pues. - Y claro que lo vería mal, ni que fuera estúpida, esta mal, no me miento, seria un canalla, lo bueno es que ya se lo dije, ya sabe que tengo novia, a ver como responde a eso, que sienta el rechazo.
- Ahh, ¿estas con novia Danielito?, ¿y cuanto tiempo vas? - Responde con total tranquilidad, siempre lo he dicho, las mujeres son increíbles.

Resumiré un poco esta parte, respondí su pregunta, le dije que tenia novia, que iba nueve meses con ella y que todo iba bastante bien; pero esperen…lo realmente sorprendente es que a continuación ella me cuenta que también tiene “enamorado”, van dos años, pero el esta de viaje y no la llama, ella sufre mucho y bla bla bla…
¿Entendieron?, al menos yo si, talvez le di el beneficio de la duda al inicio pero ahora esta claro que si es… digamos… una chica fácil, una… bueno ustedes entienden, es una jugadorasa, de las grandes y recorridas (con bastante kilometraje incluido), una tramposa, loba malvada y sin compasión, asi como me lo hizo a mi, se lo hace a quienquiera que sea su pareja actual, al menos yo no pase dos años con ella.

- ¿Entonces no crees que puedas venir? - No puedo creer que aun insista luego de mi contraataque.
- No lo se, no creo, no niego que me encantaría ir, pero no se que podría pasar y sinceramente no quisiera hacer algo de lo que luego pueda arrepentirme, estoy tratando de ser un chico bueno. - Se me sale la sinceridad, a veces pienso que puedo ser noble, pero dudo… quizás en el fondo quiero llegar mas allá, ahondar en la situación, hurgar en las respuestas que me pueda dar, morbo, morbo, soy un sucio.
- Si, puede ser, pero… ¿somos amigos no?, queda entre nosotros, además a mi me pareces aun muy lindo, yo no evitaría que pase algo… - Deja la sentencia en el aire y mi cabeza explota, algo en mis pantalones se levanta…mas morbo… soy un mañoso, sucio y siento culpa. En este punto no puedo soportar su descaro, no puedo seguir con esto, fue suficiente, ya me ensucie las manos suficiente, quiero huir y esconderme bajo la cama. Tengo que ser valiente y correr como niña.
- No…, no puedo, lo siento, ya hablamos otro día si nos vemos en la u, ¿te parece? - soy un tonto, tarado, baboso, pero me gusta pensar que hice lo correcto…
- Ahh…si pues, ya hablamos entonces… - Se acabo, cuelga el teléfono, me salve de la tentación, que joda, que bien, que confusión, me quedo con las ganas y aproximadamente quince centímetros de cólera que me reprochan mi falta de coraje.

Cinco minutos después estoy en mi habitación echado en mi cama, mucho mas tranquilo y seguro de que hice lo correcto, una extraña felicidad rodea todo mi cuerpo, en mi mente esta mi novia, siento que la amo, me felicito por no haberle fallado, por no haberme fallado a mi mismo, me levanto, me subo el pantalón, busco un cigarrillo y regreso a la azotea a terminar mi lectura.

- Daniel Arce Paredes, experto en autoservicio -

sábado, septiembre 13

La inmadura forma de crecer



Han pasado muchos meses desde mi ultimo post y aquí aparezco nuevamente cual ex novio sacavueltero y engañoso intentando una reconciliación con ustedes, mis pocos (casi inexistentes) pero leales lectores (léase mi novia y amigos), y conmigo mismo, es tiempo de perdonarme por boicotear mi ideal de ser un escritor y aceptar que talvez que como dice el nombre del blog, este sea mi ultimo intento antes de volver a escribir.

Les cuento que en estos últimos meses he experimentado cambios psicológicos muy intensos, fue un constante periodo de reflexión, de reforma y cambio, una menstruación de ideas bastante prolongada, toda una revolución en los temas mas trascendentales de mi personalidad como también las preocupaciones mas superficiales que se les podría ocurrir. Talvez sea una simple coincidencia, talvez no, y es que hace poco mas de un mes cumplí veinte años y probablemente mi cerebro se resiste a aceptarlo y madurar cual automóvil sin frenos no puede detenerse.

Mientras sigo tratando de ser un niño viejo se me ocurre contarles algunas de las curiosas y patéticas actitudes por las que paso estos días, si ya les toco a ustedes me entenderán y si aun no, ya están prevenidos.

Te das cuenta que estas madurando cuando miras tu playstation, nintendo (es este caso aun mas) o xbox 360 y el simple hecho de prenderlo, esperar y mover unos muñequitos en la pantalla ya te causa fatiga de solo pensarlo, cuando ya no tiene caso bajar la nueva expansión de World of warcraft junto con el parche numero 32.4.1, cuando estando en la misión numero 73 de grand theft auto te das cuenta que no es tan divertido ir a un night club virtual y matar a todas las putas del lugar, cuando jugar winning eleven simulando el partido de Perú y argentina solo para poder llevarte a todos con el loco vargas ya se vuelve algo de un domingo por la tarde y de solo 10 minutos. No digo que esto suceda de un día al otro, yo aun suelo ir a revisar que nuevos juegos han llegado y a veces me llaman bastante la atención algunos, pero justo cuando saco el dinero para llevarme un par, me entra la duda y confusión, un sentimiento sin explicación que me detiene y me lleva a elaborar lo mas inteligente y educado que se podría decir en un momento de esos: “espérate un toque pe, voy a darme una vueltita y regreso”.

Te das cuenta que tienes que madurar obligatoriamente cuando una semana antes de tu vigésimo cumpleaños, tu papá con el casi nunca hablas y anda casi siempre lejos llega a casa y te lleva a tomar no un par cervezas, pues recuerda que aun eres un niño inmaduro, sino una coca cola grande para los dos (cañita incluida) y te rellena con su ametrallada de preguntas: ¿Cómo andas en la universidad? ¿Sigues con la misma novia? ¿Ya diste el examen de manejo? ¿Ya estas trabajando en algo? ¿Te has ido al club a jugar fútbol o a correr al menos? ¿Has dejado ya de jugar tanto juego,…ese…plasteishon…o como se llame?, mientras tu te limitas simplemente a responder cosas que te saquen del apuro como “ya estoy en eso”, “si, ya falta poco”, “iré un día de estos”. Luego de un largo cuestionamiento exhaustivo viene la parte donde te recomienda que ya pienses en tu futuro, que hay esforzarse ahora para poder estar tranquilo luego, que no cometas los mismos errores que el, tu aceptas y prometes y prometes mas cual si intentaras conquistar a una niña inocente, sabes que el tiene razón, pero de solo pensarlo te da tanta flojera. Es cuestión de escuchar y limitarse a asentir con la cabeza, pero eso si, ni se te ocurra decir “papa lo siento creo que quiero dejar la u y ser músico”, o “seré escritor y me dedicare a hacer mi blog hasta ser famoso”, en todo caso, seria mas simple y aceptable decir “papa, soy maricón, pero seguiré estudiando”, te aseguro que el se sentirá menos decepcionado.

Te das cuenta que inconscientemente has madurando cuando el look de chico emo o indie ya no te va, es insoportable, te sientes una gorda obesa en esos jeans oscuros y ajustados, cuando tu polera, esa que tiene unas letras inmensas que dice “billabong”, “rip curl” o una marca surfer te hace sentir tan gilipollas, tan estúpido de andar como cartel publicitario andante, y peor aun si eres de esos que usan los clásicos polos con mensaje “El de mi costado es un estúpido”, o “Si me sonríes es que quieres sexo”, si es así te aseguro de que antes de que el gallo cante tres veces tu ya habrás quemado, incinerado y enterrado ese polo en alguna zona profunda del basurero. Sucede que ahora ya no soportas ese arete que te pusiste en la oreja derecha por error y por el que tuviste que soportar los insultos y bromas de medio millar de personas, ya no aguantas el flequillo en la cara o tus tanas hechas con goma “uhu” que te hacen parecer mas al loco limosnero de la esquina (ese que se toca, orina y defeca en publico) que a tu ídolo Bob marley, ahora…por primera vez en tu vida, increíblemente piensas que quizás si era verdad lo que andaba diciéndote tu mamá toda la vida, que el cabello hacia atrás no te queda tan mal, no te ves tan estúpido, tan nerd, incluso te hace sentir que eres Al paccino interpretando a algún chulo mafioso, ahora, deseas una casaca de cuero, mas vieja, gastada, que te pueda dar un look mas bohemio y estilero, te das cuenta que las camisas no son tan espantosas como crees e incluso las encuentras bastante cómodas. Te das una revisión constante, completa, de arriba abajo, hasta que observas en la parte inferior del espejo de cuerpo completo del hall, unos fósiles gastados y rotos, un par de amigos que estuvieron contigo todos estos años de aventuras y estupidez por doquier, cuando vez que aun luego de todo tu “extreme makeover” tienes puestas tus zapatillas converse…lo piensas detenidamente y aceptas… “ustedes se quedan conmigo un tiempo mas”.

Te das cuenta que estas madurando cuando tus amigos y tu novia te lo dicen sorprendidos, y es que ya no eres el niño de antes cuando decides al fin, luego de meses de abandono y vaganza regresas a hacer las cosas que realmente te gustan, como estar solo una tarde, sentarte en tu escritorio y frente a la pantalla de tu computadora escribir un nuevo post reivindicatorio para ese blog que alguna vez y ahora mismo te da la oportunidad de ser quien tu mismo eres.

martes, junio 10

Ya no sé que haré esta noche...









He pedido un vaso de sangría. No suelo beber regularmente, ir a bares ni mucho menos rodearme de este tipo de gente, para ser sincero “La Roja” es el único bar al que vengo, una vez cada dos meses para ser exacto.
La razón es simple, hoy no tenía nada que hacer, estaba aburrido, mi mejor y único amigo debe andar perdido por algún lugar de esta pequeña y entreverada ciudad, seguramente con su enamorada, haciendo cosas que ya luego me contara detalladamente; quedarme en casa no es una opción, no soporto tener que verle la cara a mi hermano que hoy esta más idiota de lo normal; usualmente no hablamos, un hola y chau, ni hermanos ni amigos, pero hoy jode como loca arrecha; mi hermanita es imbécil o no se qué, ha pasado el dia entero idiotizándose con el Messenger, probablemente buscando desde ahora alguien que le de vuelta dentro de un par de años, quizás menos, tonta, tonta puta; no he visto a mamá desde la mañana, a la pobre la explotan allí en la clínica donde trabaja, antes no trabajaba tanto, antes de que se vaya papá.

La mesera deja la sangría en la mesa, le doy seis soles y se va, tomo un sorbo, sabe amargo, como yo.

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Me he olvidado de todo, no puedo dejar de mirar a la chica que está a dos mesas de mi; es probablemente de mi edad e inmensamente atractiva, posee una mirada que emana sensualidad, sus labios… carajo, quiero besarlos; tiene un peinado de esos a la moda con flequillo recto, usa un polito con cuello en “V” que deja notar el hipnotizante tamaño de sus senos, unos jeans ajustados y botas que probablemente estilizan sus piernas y trasero.

Con una mezcla de valentía y atrevimiento que hasta el momento desconocía en mí, me levanto y me acerco a su mesa.
- Disculpa, te veía sola y… me preguntaba si podría sentarme contigo. -Titubeo. En realidad no se que decir, nunca he sido un “Don Juan” pero al menos tengo cerebro y algo de atractivo a mi favor.
Me mira confundida pero a la vez fijamente como si analizara si merezco su compañía, odio este momento, ¿quién se cree?, ¿me piensa rechazar?, que no se haga la santa, ¿para qué ha venido sola a un bar?, dudo que para pensar que dirán en misa mañana, vamos perra deja que me siente. Toma un sorbo de su bebida cuyo nombre no podría definir, luego me mira nuevamente.
- ¿Disculpa cómo te llamas? - Pregunta con una voz tierna, me desconcierta.
- Manuel… ¿Por?
- Mira Manuel, tengo enamorado, así que mejor…
Me río un poco y la interrumpo. La odio por tratar de rechazarme, bruta idiota, se hace la decente pero probablemente si fuera más alto y corpulento se me entregaría al instante.
- No son esas mis intenciones, simplemente quería conversar un poco. - Miento y sonrió descaradamente fingiendo cara de niño bueno.
- Si quieres siéntate entonces. Manuel, ¿no? - Pregunta.
- Sí. - Sonrío. Quiero escupirle.

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Vamos hablando un buen rato, la conversación se hizo por si sola, se llama Andrea, tiene veinte años, uno mas que yo pero ella no lo sabe, me ha tomado algo de confianza contándome cosas que no recuerdo ni me importan, pues ya estoy cansado de escucharla y fingir que me interesa lo que dice, me importa solo lo que puede darme, un delicioso rato de placer, por todo mi esfuerzo no me contentaría con solo besarla, quiero tocar, lamer y besar todo lo que pueda ofrecerme. A ratos roza su pierna sutilmente con la mía, la tengo parada, no me refiero a mi pierna.
No se nota deprimida cuando cuenta que esta tarde discutió fuertemente con su enamorado, como toda novia perturbada dice que el ha cambiado, se la ha tirado definitivamente. Mientras tanto, ahora yo rozo mi pierna con la suya, la deseo tanto…
- Si pues, así somos, les bajamos las estrellas y luego nos olvidamos. - realmente no estoy mintiendo.
- ¡Que lindo que estés de mi parte!, pero…seguro tu también eres así, ¿no? - está coqueteándome descaradamente, su pierna sigue rozando la mía, no estoy imaginando.
- Existen excepciones. - Nuevamente miento y ella me sonríe.
¡Es el momento!, sin dudarlo meto mi mano bajo la mesa y le toco el muslo con firmeza y deseo, al instante todo se jode, ¡puta madre me cagué!, ella la retira y me lanza una bofetada rápida y brusca, hace tambalear la mesa, su bebida cae al suelo, se derrama, por suerte no se rompe el vaso.
- ¿Qué tienes? ¿Qué me tocas?, ¡idiota! - Grita furiosa, por suerte pocos la oyen debido al ruido del local. Quedo frío por un instante, debería mandarla a la mierda, ¡calientahuevos!, estoy seguro de que quería eso y más, ¡puta!, ¿Quién se cree?, que no joda haciéndose la santa, quisiera golpearla. No…, no puedo, debo calmarme, no ganaría nada haciendo eso, tiene que pagármelas de otra manera y creo saber como.
- Jajaja, disculpa, no creí que te molestaría tanto. - risas fingidas, hacerme el cínico es la mejor opción ahora.
- ¿Qué me crees?, ¿una zorra?
- Para nada, en serio discúlpame, no debí haberme propasado, yo soy el que se pasó de tarado, déjame al menos pedirte otra bebida ya que la tuya se echo a perder, por favor.
- ¡No!…, me voy. - Intenta alejarse pero la cojo del brazo.
- En serio, es mi forma de disculparme, déjame invitártelo…por favor. - Pongo la expresión más sincera y suplicante que puedo. Esta costándome. Aparentemente esta funcionando, me mira a los ojos por unos cuantos segundos y parece ceder pues su brazo ya no opone resistencia. No dice nada. Solo mira su reloj.
- Gracias Andrea. - Muestro un rostro de renovada emoción. Me mira desconcertada, ni ella misma sabe porque aún sigue ahí.

En la barra pido dos Sheridans. Saco dos cosas de mi billetera, un billete de veinte que cubre el gasto y la “pepa” que me dio un compañero hace meses, la guarde por curioso, no pensé verla ahora caer dentro del castigo de Andrea.
Camino a la mesa, miro el vaso, la pastilla esta casi disuelta, la revuelvo un poco, observo a Andrea de espaldas, no me equivoqué, su trasero es maravilloso, tomo un sorbo de mi vaso, sabe dulce.

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Tiene el vaso en la mano, no volvió a sentarse, definitivamente las cagué al arriesgarme tanto, lleva el vaso a la boca, me mira fijamente, probablemente sigue indignada, no estoy nervioso, no parpadeo, no me sudan las manos, pareciera una competencia de quién parpadea primero, ella pierde, bebe un sorbo y me mira ahora con desprecio.
- Eres un pobre cagado. - dice y no me duele, es mentira, le gusto, si no se hubiera marchado antes.
Acaba el trago de golpe, coge su cartera, se voltea y sale por la puerta. Me río por dentro, ¿crees que has ganado la partida, tontita?; por mi parte, no me apresuro, prendo un cigarrillo, doy dos pitadas y seco mi vaso, me cuesta, atora mi garganta, pero pasa.
Me levanto y salgo también, la veo en la esquina esperando taxi, no la dejaré ir, esta noche se va conmigo, voy en camino.
No me resulta difícil, ruego mil veces que me disculpe, le digo que mentí, que me gusta, que es diferente, especial; hacer tiempo…, ¡simple!, cuestión de repetir las mismas ideas sucesivamente, notoriamente terco y obstinado, vacilar, así intento conmover con supuestos sentimientos de duda y nerviosismo, era de esperarse, nada la hace cambiar de idea, me insulta, repito mi acto, más rechazos, suplico, odio suplicar, me cobraré luego.
Pasan diez o quince minutos ella comienza a tambalearse, se acabó la espera, repentinamente, noto que no puede mantenerse en pie, la sostengo antes que caiga.
- Has tomado mucho, seguro el aire frío te ha caído mal. - ella contesta cosas indescifrables.
- Déjame llevarte, quiero enmendar mis actos. - Ella asiente.

Le he dicho al taxista que nos lleve a un hotel ubicado a pocas cuadras de aquí, Andrea aceptó, supuestamente no podía llevarla a casa en ese estado.
Le cojo la mano, no hay rechazo, ahora toco su cabello de forma tierna y parece que sonríe, la beso, sabe amargo pero a la vez dulce, se deja llevar. He ganado el juego.

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Me apresuro en quitarle la ropa, se deja, se entrega, me quita la camisa con desesperación, puedo oler su deseo, nos besamos y tocamos de forma lujuriosa, de repente todo se detiene, suena un teléfono, no es el mío, viene de su cartera, lo cojo y veo la pantalla, “amorcito” llama, definitivamente su novio, pobre tipo, si nos viera ahora…; ella toma el teléfono y cuelga, nadie debería llamar ahora, es mi momento, mi mujer, al menos por unas cuantas horas.
Nos echamos en la cama, es cómoda pero nada lujosa al igual que la habitación, no necesito más, este lugar es perfecto.
Su desnudez es majestuosa, curvas sublimes, nada que sobre ni falte, el tono rosa de su sexo me invita a entrar, no pierdo tiempo, no necesito besarla, tocarla ni masturbarla, ¡rituales odiosos!; entro en ella sin dudarlo, sin protección y sin escrúpulos, lo disfruta, a mi me encanta, me muevo rápidamente sin seguir ningún ritmo ni buscando desempeñar un buen rol, no me importa nada más que el placer que siento, solo soy yo y aquel cuerpo perfecto, nuevamente suena el teléfono, nadie contesta, seguimos en lo nuestro, ella gime, grita, pide más, sabía que así sería, mía, solo mía, no había escapatoria, lo supimos desde el momento que cruzamos miradas, no hubiera podido ser diferente, me la hizo un poco difícil, pero ya no importa, tampoco me importa ella, por eso sin miedo acabo dentro de su cuerpo, fue rápido, no valió el esfuerzo.
El teléfono ya no suena, queda el silencio.

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Fumo el último cigarrillo mientras veo a la gente pasar por la calle desde la ventana de la habitación, son casi las tres de la mañana, la gente esta en plena rutina sabática, me dan pena, asco, yo no soy como ellos, soy mejor, soy diferente, al menos yo me doy cuenta de la mierda que es todo esto, ellos nunca lo notarán; al igual que Andrea, ahora que volteo a verla, me da asco al igual que los demás, ya no me apetece, me parece vacía y sucia, en estas condiciones ni siquiera deseo tocarla.
A pesar de todo, estoy tranquilo, feliz, esta noche supo sorprenderme.
Mi última pitada y la colilla vuela a través de la ventana.
Algo repentino sucede, Andrea se levanta y empieza a vomitar espuma y residuos en el suelo, siento asco, más que antes, cae y comienza a convulsionar, ¡qué carajo pasa!, ¡Por qué esta así!, ¡es por la pastilla!, ¡se va a morir!, ¡qué mierda hago!.
Me pongo al lado de ella, la sacudo, la llamo por su nombre, ¡Andrea, Andrea!, no responde, no se detiene, tengo miedo, no quiero que se muera, no, no es eso, no quiero que me caguen, no quiero ir a la cárcel, eso no es para mi, no me lo merezco.
Estoy a punto de salir por la puerta pero algo me detiene, ¿miedo?, ¿remordimiento?, quizás, ¿se va a morir?, carajo…
Suena nuevamente su teléfono, creo saber que hacer, no soy un asesino y no quiero serlo tampoco, contesto muy nervioso, es su novio, tengo que calmarme.
- Alo, escucha atentamente y cállate, no digas nada, tu flaca esta cagada, tienes que venir a recogerla ahora mismo al hotel…
- ¡Qué mierda hablas huevón!...
- ¡Cállate mierda, tu solo ven y…
- ¡Qué carajo haces ahí Manuel!, ¡por qué mierda tienes el teléfono de Andrea!

Recién lo note, esa voz…, es mi hermano. Cuelgo el teléfono, lo dejo caer, no tengo fuerzas, no oigo nada, caigo arrodillado frente al cuerpo desnudo de Andrea, ha dejado de moverse.

- Daniel Arce Paredes, otro huevón mas. -
P.d. Este es un cuento que presente a un concurso en el cual perdi totalmente pero lo cuelgo para que lo lean. Todo es ficcion, casi todo.

sábado, marzo 22

Aquel silencio lleno de injusticia


Apago el reproductor de música al emprender mi intento por escribir, dos motivos, suelo perder la concentración con facilidad y la razón mas importante, mi mejor amigo duerme en el sillón de al lado, mejor no despertarlo, esta triste y cansado.

Las personas como él tienen una suerte extraña, podría decirse poco notoria o inexistente, todos tenemos alguien cercano al que se le conoce de aquella forma calificativa nada grata como es la de el “buena gente”, premio consuelo de la vida, los apreciamos, los valoramos, quizás no tanto…es complejo.

Según me dijo, tuvo problemas amorosos, no, en verdad ni siquiera llego a eso, fue simplemente un rechazo mas, no es por ser mezquino, pero… así fue, no ha sido la primera vez que lo rechazan ni creo que sea la ultima que vuelva a pasar, es simple, es una buena persona, no es un Orlando Bloom ni un Ashton Kutcher, solo un buen tipo.

Las mujeres no buscan simplemente a un buen tipo, yo creo eso, pienso que buscan mas, al menos no las mujeres lindas y buenas como las que todos buscamos, y la verdad es que todos somos iguales, no solo ellas, somos todos, yo busco mas, mi novia por ejemplo, pienso que es la mejor persona del universo y por eso la amo, pero no niego que me atrae desquiciadamente su cuerpo al que considero perfecto y su sonrisa tierna y sensual al mismo tiempo.
La gente esta loca, no sabe lo que busca, o quizás si sabe, pero preferimos no saberlo, pues no es nada bueno, quizás si es bueno, tampoco lo sabemos, al menos yo no se, quiero saber…

Mientras yo trato de entender porque la gente sigue usando mascaras y besando maniquíes, él esta ahí, dormido, sufre en silencio e inconciencia, por tener que esperar una felicidad diferente a la de “los demás”, una felicidad que no sabe si llegara, y si llega, quizás llega tarde.

viernes, marzo 21

Esencia


Quiero dormir, dormir y vivir,
quiero vivir, vivir y salir,
quiero salir y encontrar mi lugar,
y quizás cuando encuentre mi lugar
pueda dormir,
dormir en paz.

De las quejas y recuerdos




¿Es que acaso no existe un final feliz? ¿Es que acaso no pueden mejorar las cosas, será que siempre todo tiene que ir de mal en peor?¿Será acaso que lo mejor es hacer oídos sordos a los problemas y seguir mi vida mientras todo se derrumba a mi alrededor? ¿Porque será tan difícil vencer cuando lucho por lo que creo que es lo correcto? A estas alturas nada tiene sentido, esto se parece mas a un drama de teatro y a mi parecer… podría ser la ultima escena.Sentado aquí al borde del puente, “el borde del fin”, pienso y reflexiono en todos esos errores cometidos, en todos esos “no” que debieron ser un “si” y aquellos “si” que nunca debí negar.